Los artículos periodísticos que se encuentran en esta página, son artículos originales, que han serivido como referencia para perennizar su vida y su obra, atesorados por el pintor y ahora compartidos con la comunidad.
Una de sus obras más especiales e importantes, titulada "CAMINO DEL DORADO" se encuentra en el Libro ECUADOR: LA NATURALEZA Y EL HOMBRE, de Ediciones Paralelo Cero, Quito-Ecuador Tomo II, Editado en Noviembre de 1977, con texto en español-francés-alemán-inglés.
También lo podemos encontrar en el DICCIONARIO CRITICO DE ARTISTAS PLÁSTICOS DEL ECUADOR SIGLO XX de Hernán Rodríguez Castelo, Ediciones Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión-Fondo Editorial 1a. ed. 4 de junio de 1992.
Our Ecuadorian Natïve Art Gallery exhibits works by Dilo Camino, a painter of Inca and Spanish origin. His works reflect an attempt to consolidate his Indian ancestry and Christian education, sharing his vision of pre-Columbian and saintly Latin-American history with the rest of the world. Unconsciously, he manages to couple the physiognomy of the transcendent prophet with what may be taken as the mask of a priest of the Inca Sun God.
“DILO CAMINO une el origen inca y lo español; grabador y decorador, él encuentra en la pintura la posibilidad de traducir esta extraordinaria forma compleja de ascendencia india, de formación cristiana, de visión precolombina y de historia santa de América Latina con el resto del mundo.De mucha aportación para este artista sincero y primitivo es el buen sentido, que aproximadamente describe en sus principales géneros de ensayo.Antes de todo, telas más bien raras en las cuales se retroceden a los orígenes del pintor, lo que le permite una integración sin artificios ni manierismos. Después los cuadros sugieren a las grandes figuras del Antiguo Testamento, en “Ezequiel” o “Isaías” por ejemplo, se pueden llegar a interesantes conclusiones. En efecto DILO CAMINO traduce inconscientemente la fisonomía del profeta trascendente, o quizás la máscara de un sacerdote inca descendiente del dios sol?”
Por André Aug. E. Ballmer
(Tomado del Diario “Le Dauphine” de Grenoble-Francia, 29-01-1983)